La vi marcharse como quien ve
una tormenta que se acerca
haciendo equilibrios
sobre la línea que separa
uno de otro azul
desde la orilla de la playa.
"Perdóname estas cosas
ya lo haré mejor;
pero si todo lo que somos lo hacemos los dos será más sano".
No te pide responder,
solo tener paciencia.
Ya otras veces
te ha dado nombre
y no sabias,
que no eras fácil de reconocer,
te ha puesto color,
te ha dado ritmo para que bailaras,
te ha dado fuerzas para seguir nadando hacia la arena.
Así pues, tal vez no lo recuerdas,
pero en su mano eras más grande
y tus pasos
dejaban huellas,
pero tal vez nunca lo vieras.
Siempre dejamos que nos adormezcan
los acordes
que algún músico
en la sombra
odia con toda su alma.
Y la rosa de ese cuento
me despierta,
no sabia qué decir,
por eso hablé
más de la cuenta.